Fútbol playa y perros: el reto de conciliar tradición y nuevos usos en la playa de San Lorenzo
Fútbol playa y perros: el reto de conciliar tradición y nuevos usos en la playa de San Lorenzo.
La playa de San Lorenzo en Gijón ha sido durante décadas un espacio icónico para actividades deportivas y recreativas, entre ellas el fútbol playa. Este deporte tiene una profunda tradición en la ciudad, ya que desde principios del siglo XX los arenales de Gijón sirvieron como escenario improvisado para partidos, aprovechando los amplios espacios descubiertos por la marea. Equipos locales y grupos de jóvenes se reunían para jugar, reforzando una conexión entre la playa y el deporte que perdura en la memoria colectiva de los gijoneses.
El declive del fútbol playa.
Sin embargo, la práctica organizada del fútbol playa ha ido perdiendo protagonismo debido a cambios en el uso de la playa. Desde hace unos años, fuera de la temporada de baños (que va del 1 de mayo al 30 de septiembre), el arenal principal entre las escaleras 2 y 8 es utilizado como área recreativa para perros. Durante este periodo, las mascotas pueden estar sueltas, lo que ha generado controversia por el impacto que esto tiene en otras actividades tradicionales como el fútbol playa. La presencia de perros, sumada al incumplimiento por parte de algunos propietarios de las normas sobre recogida de excrementos, ha llevado a que ciertos sectores de la ciudadanía perciban la playa como un espacio menos adecuado para usos deportivos.
Impacto de las normativas sobre perros.
Esta regulación ha beneficiado a los dueños de mascotas, ya que Gijón cuenta con casi 37.000 perros censados, y muchos propietarios valoran la posibilidad de disfrutar de la playa en temporada baja. No obstante, esto ha desplazado a otras formas de uso tradicional de la playa. Colectivos y deportistas señalan que la suciedad y los restos de excrementos dificultan organizar eventos o partidos de fútbol playa como antaño, especialmente durante el otoño e invierno, cuando históricamente se aprovechaba la ausencia de bañistas para estas actividades.
Propuestas para conciliar usos.
En respuesta a estas tensiones, algunas iniciativas han propuesto soluciones para equilibrar las demandas. Por ejemplo:
Áreas alternativas: Se ha planteado habilitar zonas específicas para perros, como el Parque Hermanos Castro, donde las mascotas puedan estar sueltas sin interferir en las actividades deportivas o recreativas de la playa.
Uso nocturno de la playa: Inspirándose en otras localidades costeras como Zarautz, se sugiere permitir el acceso a los perros en horarios nocturnos durante la temporada de baños, dejando la playa libre para otras actividades durante el día.
Refuerzo de limpieza: Una medida clave sería aumentar la vigilancia y sanciones para garantizar el cumplimiento de las normas de limpieza, minimizando el impacto de los perros en la playa.
El debate actual.
El uso compartido de la playa de San Lorenzo refleja un problema más amplio sobre la gestión del espacio público y la conciliación de intereses diversos. Por un lado, el fútbol playa forma parte del patrimonio cultural y deportivo de Gijón, mientras que, por otro, el uso recreativo para perros responde a una necesidad creciente de la población urbana. El Ayuntamiento de Gijón ha estado evaluando propuestas, aunque no se ha llegado a una solución definitiva que satisfaga a todos los sectores.
En conclusión, mientras el fútbol playa en San Lorenzo continúa siendo una parte importante de la identidad gijonesa, su coexistencia con los nuevos usos recreativos requiere planificación, diálogo y un esfuerzo conjunto para preservar tanto las tradiciones locales como las necesidades actuales de la población. Esto no solo beneficiará a los usuarios de la playa, sino que también garantizará que San Lorenzo siga siendo un símbolo de convivencia y dinamismo en Gijón.