Un insulto a la memoria democrática: Gijón bajo el mandato de Carmen Moriyón

Un insulto a la memoria democrática: Gijón bajo el mandato de Carmen Moriyón.


El mandato de Carmen Moriyón en Gijón ha estado marcado por una serie de actos y decisiones que resultan ofensivos para la memoria democrática y la dignidad de las víctimas del franquismo. Estas acciones, que deberían ser motivo de reflexión y rectificación, delatan una preocupante falta de respeto hacia los valores democráticos y los derechos humanos.



Actos de exaltación franquista frente al Colegio de la Inmaculada.

Es habitual que frente al monumento franquista del Colegio de la Inmaculada, regido por los padres jesuitas, se realicen actos de apología del franquismo. Personas se congregan para cantar el “Cara al sol”, símbolo del régimen dictatorial. Estos actos no solo perpetúan un discurso de odio, sino que también hieren la sensibilidad de quienes luchan por preservar una memoria histórica basada en la verdad y la justicia.



Retirada de la placa de la antigua comisaría de policía.

Bajo el mandato de Moriyón, se retiró de la fachada de la antigua comisaría de policía la placa que recordaba las torturas perpetradas allí durante el régimen franquista. Este acto no solo invisibiliza el sufrimiento de las víctimas, sino que también minimiza la importancia de recordar los crímenes de Estado cometidos en aquella época.



Vandalización de los Stolpersteine.

Los Stolpersteine, adoquines de memoria dedicados a víctimas del nazismo y del franquismo, han sido repetidamente vandalizadas en Gijón sin que se haya actuado con contundencia para proteger estos símbolos de memoria y reparación. Este silencio cómplice ante la profanación de la memoria histórica es una afrenta para las víctimas y sus familiares.



Las contradicciones de Carmen Moriyón.

A nivel político, Carmen Moriyón prometió en campaña electoral no pactar con la ultraderecha. Sin embargo, para conseguir la alcaldía tras unas elecciones ganadas por el PSOE, no dudó en apoyarse en Vox, el partido que encarna el negacionismo histórico y la exaltación de los valores franquistas. A esto se suma su participación en la famosa foto de Colón, un acto que simboliza la unión de las derechas en España y que ha sido ampliamente criticado por sectores progresistas.



La ironía del pato.

En vista de los hechos, resulta inevitable recordar la célebre frase:

“Si camina como un pato, grazna como un pato y nada como un pato... es un pato.”

Parafraseándola podríamos decir:

"Si permite actos franquistas, retira placas de memoria y pacta con la ultraderecha... no hace falta mucho más para saber dónde se alinea Carmen Moriyón.”


Un compromiso con la dignidad

Estos episodios son un insulto a la dignidad de las víctimas del franquismo y un retroceso en el esfuerzo colectivo por construir una sociedad más justa y respetuosa con su pasado. La memoria democrática no es un capricho ni un lujo; es un deber cívico que, lamentablemente, parece haber quedado relegado en Gijón bajo el mandato de Carmen Moriyón.

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